Questões de Concurso Público Prefeitura de Joinville - SC 2024 para Professor de Língua Portuguesa com Habilitação em Espanhol

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Q2367241 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
Assinale a opção que apresenta proposta de reescrita que preserva a correção gramatical e o sentido original do último período do texto 10A1: “E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.”. 
Alternativas
Q2367242 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
Assinale a opção em que são corretamente identificadas as figuras de linguagem presentes, respectivamente, nos seguintes trechos do texto 10A1: ‘o único onde o povo tem o bom senso de falar português’ (último período do primeiro parágrafo) e “E isso em um setor” (último período do texto).  
Alternativas
Q2367243 Espanhol
Texto 11A1


El diario de una migrante


       Hace 19 años decidí dejar mi país, mis hijos, mi familia y viajar a otro continente, enfrentarme a nuevas personas, nuevas experiencias, costumbres y si todo iba bien conseguir nuevas oportunidades. Yo era una contadora, tenía trabajo fijo en un principio, pero una crisis revolcó la situación económica de mi país.

           Todavía recuerdo ese momento en el que tuve que partir. Me destrozaba el alma ver los ojos tristes de mi hijita mayor y dar ese abrazo fuerte a mi niño, el del medio; pero no podía lidiar con el dolor de que mi niña pequeñita de tan solo 3 años esté alejada de mí, su madre.

        La lucha es diaria, fuerte y muy constante hasta ahora. «No queremos migrantes, necesitamos gente joven, gente con estudios». Esos y muchos otros comentarios escuchaba con frecuencia desde mi llegada al nuevo país.

              Y sí, las ganas de tirar la toalla no faltaban, pero, ¿quién les daría estudio a mis niños? ¿cómo mantengo a mi familia? Trabajé en una casa cuidando a Pepa, una viejita que muchas veces me confundía con otra persona. Luego de muchos años Pepa falleció y aún recuerdo como le pintaba las uñas o cuando tomábamos el té; a ella le encantaba, se sentía mimada y yo disfrutaba de verla contenta. Su muerte me dolió, perdí a una ancianita a quien adoraba y me escuchaba. Pepa se convirtió en mi confidente.

             Junto a mis sobrinos y sus amigos solíamos reunirnos los fines de semana para compartir una cena o un día en el parque. En alguno de esos momentos conocí a una persona, alguien que se volvió mi amigo, salimos durante mucho tiempo, pensé en que tan mayor estaba yo como para andar con esas tonterías de enamorarme de Benjamín, pero sucedió. Por fin volví a ser feliz.

            Hay muchos migrantes como yo, y algunos por no decir la mayoría no han tenido la misma suerte que tengo yo, es por eso que les invito a ser conscientes de la situación de cada uno de ellos, recuerden que detrás de cada persona existe una historia y no es fácil lidiar con soledad, hambre y maltrato, y el hecho de regalar una sonrisa, les aseguro que puede cambiarles el día.


Internet: <tedxlafloresta.com > (con adaptaciones). (con adaptaciones)
Señale la opción que presenta los determinantes correctos para los términos “costumbres”, “alma” y “hambre”, respectivamente. 
Alternativas
Q2367244 Espanhol
Texto 11A1


El diario de una migrante


       Hace 19 años decidí dejar mi país, mis hijos, mi familia y viajar a otro continente, enfrentarme a nuevas personas, nuevas experiencias, costumbres y si todo iba bien conseguir nuevas oportunidades. Yo era una contadora, tenía trabajo fijo en un principio, pero una crisis revolcó la situación económica de mi país.

           Todavía recuerdo ese momento en el que tuve que partir. Me destrozaba el alma ver los ojos tristes de mi hijita mayor y dar ese abrazo fuerte a mi niño, el del medio; pero no podía lidiar con el dolor de que mi niña pequeñita de tan solo 3 años esté alejada de mí, su madre.

        La lucha es diaria, fuerte y muy constante hasta ahora. «No queremos migrantes, necesitamos gente joven, gente con estudios». Esos y muchos otros comentarios escuchaba con frecuencia desde mi llegada al nuevo país.

              Y sí, las ganas de tirar la toalla no faltaban, pero, ¿quién les daría estudio a mis niños? ¿cómo mantengo a mi familia? Trabajé en una casa cuidando a Pepa, una viejita que muchas veces me confundía con otra persona. Luego de muchos años Pepa falleció y aún recuerdo como le pintaba las uñas o cuando tomábamos el té; a ella le encantaba, se sentía mimada y yo disfrutaba de verla contenta. Su muerte me dolió, perdí a una ancianita a quien adoraba y me escuchaba. Pepa se convirtió en mi confidente.

             Junto a mis sobrinos y sus amigos solíamos reunirnos los fines de semana para compartir una cena o un día en el parque. En alguno de esos momentos conocí a una persona, alguien que se volvió mi amigo, salimos durante mucho tiempo, pensé en que tan mayor estaba yo como para andar con esas tonterías de enamorarme de Benjamín, pero sucedió. Por fin volví a ser feliz.

            Hay muchos migrantes como yo, y algunos por no decir la mayoría no han tenido la misma suerte que tengo yo, es por eso que les invito a ser conscientes de la situación de cada uno de ellos, recuerden que detrás de cada persona existe una historia y no es fácil lidiar con soledad, hambre y maltrato, y el hecho de regalar una sonrisa, les aseguro que puede cambiarles el día.


Internet: <tedxlafloresta.com > (con adaptaciones). (con adaptaciones)
Según las ideas del texto 11A1, la migrante y narradora del diario tiene dos niñas y un niño. El varón es su
Alternativas
Q2367245 Espanhol
Texto 11A1


El diario de una migrante


       Hace 19 años decidí dejar mi país, mis hijos, mi familia y viajar a otro continente, enfrentarme a nuevas personas, nuevas experiencias, costumbres y si todo iba bien conseguir nuevas oportunidades. Yo era una contadora, tenía trabajo fijo en un principio, pero una crisis revolcó la situación económica de mi país.

           Todavía recuerdo ese momento en el que tuve que partir. Me destrozaba el alma ver los ojos tristes de mi hijita mayor y dar ese abrazo fuerte a mi niño, el del medio; pero no podía lidiar con el dolor de que mi niña pequeñita de tan solo 3 años esté alejada de mí, su madre.

        La lucha es diaria, fuerte y muy constante hasta ahora. «No queremos migrantes, necesitamos gente joven, gente con estudios». Esos y muchos otros comentarios escuchaba con frecuencia desde mi llegada al nuevo país.

              Y sí, las ganas de tirar la toalla no faltaban, pero, ¿quién les daría estudio a mis niños? ¿cómo mantengo a mi familia? Trabajé en una casa cuidando a Pepa, una viejita que muchas veces me confundía con otra persona. Luego de muchos años Pepa falleció y aún recuerdo como le pintaba las uñas o cuando tomábamos el té; a ella le encantaba, se sentía mimada y yo disfrutaba de verla contenta. Su muerte me dolió, perdí a una ancianita a quien adoraba y me escuchaba. Pepa se convirtió en mi confidente.

             Junto a mis sobrinos y sus amigos solíamos reunirnos los fines de semana para compartir una cena o un día en el parque. En alguno de esos momentos conocí a una persona, alguien que se volvió mi amigo, salimos durante mucho tiempo, pensé en que tan mayor estaba yo como para andar con esas tonterías de enamorarme de Benjamín, pero sucedió. Por fin volví a ser feliz.

            Hay muchos migrantes como yo, y algunos por no decir la mayoría no han tenido la misma suerte que tengo yo, es por eso que les invito a ser conscientes de la situación de cada uno de ellos, recuerden que detrás de cada persona existe una historia y no es fácil lidiar con soledad, hambre y maltrato, y el hecho de regalar una sonrisa, les aseguro que puede cambiarles el día.


Internet: <tedxlafloresta.com > (con adaptaciones). (con adaptaciones)
En conformidad con las ideas del texto 11A1, la muerte de Pepa fue un duro golpe para la narradora del texto, porque, entre otras cosas, 
Alternativas
Respostas
36: E
37: A
38: E
39: C
40: D