En el último párrafo la autora concluye el texto con datos que explican la causa principal de la “terapia del tren”. Según su punto de vista, la responsabilidad última recae sobre:
En el fragmento “Cengkareng se ha convertido en centro de peregrinaje” (líneas 30-31) el verbo está conjugado en Pretérito Perfecto del indicativo. Esto quiere decir: (A) que se trata de una acción pasada completada y acabada en tiempo pasado.
En el fragmento “Uno de los practicantes habituales de este método que se identifica como Subiarsa, de 43 años, asegura que la ‘terapia del tren’ le ha curado los dolores que sufría” (líneas 20-23) el pronombre “le” se refiere: