Questões de Concurso Público SEED-PR 2021 para Professor - Espanhol

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Q1689534 Espanhol
Texto 4A1-I


    La revista Gourmet describe a Lima como la “próxima parada” de la gastronomía sofisticada, mientras que Food & Wine promueve la cocina del Perú como de primera clase. Hoy turistas viajan a menudo a Lima para “saborear un poco del Perú” o, como una página web anuncia, para experimentar “un viaje culinario a la tierra de los Incas”. Por supuesto, estos aventureros culinarios demandan el paquete completo de seducción y belleza junto a la tradición y autenticidad peruana. En este sentido, la cocina novoandina es una versión exportable y refinada de lo que previamente se consideraba local y atrasado. En una entrevista con Gourmet, un amigo de la infancia del chef Gastón Acurio comenta: “Cuando era chico, si comías cuy eras un salvaje”.
     El desarrollo de platos tradicionales “alternativos” ha sido una estrategia fundamental para transformar la cocina desde lo “salvaje” hacia lo “sofisticado”. Puede que los turistas de alto nivel quieran probar el cuy, por ejemplo, pero preparado a la manera tradicional y servido con todo y ojos, dientes, uñas e incluso con un poco de pelo carbonizado, quizás no les apetezca a ciertos turistas europeos y norteamericanos. Por esta razón, Acurio y otros chefs crean recetas que mantienen los ingredientes exóticos y tradicionales, pero haciendo invisibles esos componentes. Servir raviolis rellenos de carne de cuy, por ejemplo, permite a los turistas probar este animal tradicional sin tener que verlo. De este modo, también se enfatiza la “hermosa fusión”.
     Animadamente, Acurio presenta al Perú como un ejemplo de nación en la que la cocina ha desempeñado un papel mágico, equilibrado y consensuado. Tal afirmación es, por supuesto, demasiado buena para ser verdad. De hecho, una de las grandes habilidades de Acurio es hacer desaparecer los antagonismos históricos y políticos.
     Acurio promueve lo que él llama “una ética culinaria que va más allá del mero placer”. Insiste en que el movimiento gastronómico debe ser guiado por principios éticos que tengan en cuenta de dónde procede la comida y quién es el principal beneficiado de su consumo. Utilizando productos locales, elogiando a los productores indígenas y entrenando a nuevos chefs de origen humilde, Acurio combina ética y estética en el mismo plato: “La gastronomía y el hambre no van de la mano. Es inmoral disfrutar de un buen plato… cuando eres consciente de que el pescador que atrapó a tu divinamente cocinado pescado vive en una cabaña miserable y debe sobrevivir con casi nada”.
     El punto de vista indígena sobre estos avances culinarios se oye menos que el de los chefs. La organización indígena en el Perú que ha realizado un mayor esfuerzo en el área de la alimentación ha sido Chirapaq, el Centro de Culturas Indígenas del Perú. Hace unos años hablé con varios activistas indígenas y cuando le pregunté a Nelson, uno de ellos, sobre la labor de Chirapaq en relación al derecho soberano sobre la comida y al boom gastronómico, Nelson sonrió, diciendo que le sorprendía mi pregunta, ya que el boom “va contra todo lo que hacemos”.

Una mirada crítica al boom de la cocina peruana. Internet:
<revista.drclas.harvard.edu> (con adaptaciones).
De acuerdo con el texto 4A1-I, actualmente la gastronomía peruana se caracteriza por su
Alternativas
Q1689535 Espanhol
Texto 4A1-I


    La revista Gourmet describe a Lima como la “próxima parada” de la gastronomía sofisticada, mientras que Food & Wine promueve la cocina del Perú como de primera clase. Hoy turistas viajan a menudo a Lima para “saborear un poco del Perú” o, como una página web anuncia, para experimentar “un viaje culinario a la tierra de los Incas”. Por supuesto, estos aventureros culinarios demandan el paquete completo de seducción y belleza junto a la tradición y autenticidad peruana. En este sentido, la cocina novoandina es una versión exportable y refinada de lo que previamente se consideraba local y atrasado. En una entrevista con Gourmet, un amigo de la infancia del chef Gastón Acurio comenta: “Cuando era chico, si comías cuy eras un salvaje”.
     El desarrollo de platos tradicionales “alternativos” ha sido una estrategia fundamental para transformar la cocina desde lo “salvaje” hacia lo “sofisticado”. Puede que los turistas de alto nivel quieran probar el cuy, por ejemplo, pero preparado a la manera tradicional y servido con todo y ojos, dientes, uñas e incluso con un poco de pelo carbonizado, quizás no les apetezca a ciertos turistas europeos y norteamericanos. Por esta razón, Acurio y otros chefs crean recetas que mantienen los ingredientes exóticos y tradicionales, pero haciendo invisibles esos componentes. Servir raviolis rellenos de carne de cuy, por ejemplo, permite a los turistas probar este animal tradicional sin tener que verlo. De este modo, también se enfatiza la “hermosa fusión”.
     Animadamente, Acurio presenta al Perú como un ejemplo de nación en la que la cocina ha desempeñado un papel mágico, equilibrado y consensuado. Tal afirmación es, por supuesto, demasiado buena para ser verdad. De hecho, una de las grandes habilidades de Acurio es hacer desaparecer los antagonismos históricos y políticos.
     Acurio promueve lo que él llama “una ética culinaria que va más allá del mero placer”. Insiste en que el movimiento gastronómico debe ser guiado por principios éticos que tengan en cuenta de dónde procede la comida y quién es el principal beneficiado de su consumo. Utilizando productos locales, elogiando a los productores indígenas y entrenando a nuevos chefs de origen humilde, Acurio combina ética y estética en el mismo plato: “La gastronomía y el hambre no van de la mano. Es inmoral disfrutar de un buen plato… cuando eres consciente de que el pescador que atrapó a tu divinamente cocinado pescado vive en una cabaña miserable y debe sobrevivir con casi nada”.
     El punto de vista indígena sobre estos avances culinarios se oye menos que el de los chefs. La organización indígena en el Perú que ha realizado un mayor esfuerzo en el área de la alimentación ha sido Chirapaq, el Centro de Culturas Indígenas del Perú. Hace unos años hablé con varios activistas indígenas y cuando le pregunté a Nelson, uno de ellos, sobre la labor de Chirapaq en relación al derecho soberano sobre la comida y al boom gastronómico, Nelson sonrió, diciendo que le sorprendía mi pregunta, ya que el boom “va contra todo lo que hacemos”.

Una mirada crítica al boom de la cocina peruana. Internet:
<revista.drclas.harvard.edu> (con adaptaciones).
De acuerdo con el texto 4A1-I, para lograr que los turistas gastronómicos consuman ciertos alimentos considerados poco elegantes, algunos chefs peruanos
Alternativas
Q1689536 Espanhol
Texto 4A1-I


    La revista Gourmet describe a Lima como la “próxima parada” de la gastronomía sofisticada, mientras que Food & Wine promueve la cocina del Perú como de primera clase. Hoy turistas viajan a menudo a Lima para “saborear un poco del Perú” o, como una página web anuncia, para experimentar “un viaje culinario a la tierra de los Incas”. Por supuesto, estos aventureros culinarios demandan el paquete completo de seducción y belleza junto a la tradición y autenticidad peruana. En este sentido, la cocina novoandina es una versión exportable y refinada de lo que previamente se consideraba local y atrasado. En una entrevista con Gourmet, un amigo de la infancia del chef Gastón Acurio comenta: “Cuando era chico, si comías cuy eras un salvaje”.
     El desarrollo de platos tradicionales “alternativos” ha sido una estrategia fundamental para transformar la cocina desde lo “salvaje” hacia lo “sofisticado”. Puede que los turistas de alto nivel quieran probar el cuy, por ejemplo, pero preparado a la manera tradicional y servido con todo y ojos, dientes, uñas e incluso con un poco de pelo carbonizado, quizás no les apetezca a ciertos turistas europeos y norteamericanos. Por esta razón, Acurio y otros chefs crean recetas que mantienen los ingredientes exóticos y tradicionales, pero haciendo invisibles esos componentes. Servir raviolis rellenos de carne de cuy, por ejemplo, permite a los turistas probar este animal tradicional sin tener que verlo. De este modo, también se enfatiza la “hermosa fusión”.
     Animadamente, Acurio presenta al Perú como un ejemplo de nación en la que la cocina ha desempeñado un papel mágico, equilibrado y consensuado. Tal afirmación es, por supuesto, demasiado buena para ser verdad. De hecho, una de las grandes habilidades de Acurio es hacer desaparecer los antagonismos históricos y políticos.
     Acurio promueve lo que él llama “una ética culinaria que va más allá del mero placer”. Insiste en que el movimiento gastronómico debe ser guiado por principios éticos que tengan en cuenta de dónde procede la comida y quién es el principal beneficiado de su consumo. Utilizando productos locales, elogiando a los productores indígenas y entrenando a nuevos chefs de origen humilde, Acurio combina ética y estética en el mismo plato: “La gastronomía y el hambre no van de la mano. Es inmoral disfrutar de un buen plato… cuando eres consciente de que el pescador que atrapó a tu divinamente cocinado pescado vive en una cabaña miserable y debe sobrevivir con casi nada”.
     El punto de vista indígena sobre estos avances culinarios se oye menos que el de los chefs. La organización indígena en el Perú que ha realizado un mayor esfuerzo en el área de la alimentación ha sido Chirapaq, el Centro de Culturas Indígenas del Perú. Hace unos años hablé con varios activistas indígenas y cuando le pregunté a Nelson, uno de ellos, sobre la labor de Chirapaq en relación al derecho soberano sobre la comida y al boom gastronómico, Nelson sonrió, diciendo que le sorprendía mi pregunta, ya que el boom “va contra todo lo que hacemos”.

Una mirada crítica al boom de la cocina peruana. Internet:
<revista.drclas.harvard.edu> (con adaptaciones).
En el texto 4A1-I, de acuerdo con el chef Gastón Acurio, la cocina peruana
Alternativas
Q1689537 Espanhol
Texto 4A1-I


    La revista Gourmet describe a Lima como la “próxima parada” de la gastronomía sofisticada, mientras que Food & Wine promueve la cocina del Perú como de primera clase. Hoy turistas viajan a menudo a Lima para “saborear un poco del Perú” o, como una página web anuncia, para experimentar “un viaje culinario a la tierra de los Incas”. Por supuesto, estos aventureros culinarios demandan el paquete completo de seducción y belleza junto a la tradición y autenticidad peruana. En este sentido, la cocina novoandina es una versión exportable y refinada de lo que previamente se consideraba local y atrasado. En una entrevista con Gourmet, un amigo de la infancia del chef Gastón Acurio comenta: “Cuando era chico, si comías cuy eras un salvaje”.
     El desarrollo de platos tradicionales “alternativos” ha sido una estrategia fundamental para transformar la cocina desde lo “salvaje” hacia lo “sofisticado”. Puede que los turistas de alto nivel quieran probar el cuy, por ejemplo, pero preparado a la manera tradicional y servido con todo y ojos, dientes, uñas e incluso con un poco de pelo carbonizado, quizás no les apetezca a ciertos turistas europeos y norteamericanos. Por esta razón, Acurio y otros chefs crean recetas que mantienen los ingredientes exóticos y tradicionales, pero haciendo invisibles esos componentes. Servir raviolis rellenos de carne de cuy, por ejemplo, permite a los turistas probar este animal tradicional sin tener que verlo. De este modo, también se enfatiza la “hermosa fusión”.
     Animadamente, Acurio presenta al Perú como un ejemplo de nación en la que la cocina ha desempeñado un papel mágico, equilibrado y consensuado. Tal afirmación es, por supuesto, demasiado buena para ser verdad. De hecho, una de las grandes habilidades de Acurio es hacer desaparecer los antagonismos históricos y políticos.
     Acurio promueve lo que él llama “una ética culinaria que va más allá del mero placer”. Insiste en que el movimiento gastronómico debe ser guiado por principios éticos que tengan en cuenta de dónde procede la comida y quién es el principal beneficiado de su consumo. Utilizando productos locales, elogiando a los productores indígenas y entrenando a nuevos chefs de origen humilde, Acurio combina ética y estética en el mismo plato: “La gastronomía y el hambre no van de la mano. Es inmoral disfrutar de un buen plato… cuando eres consciente de que el pescador que atrapó a tu divinamente cocinado pescado vive en una cabaña miserable y debe sobrevivir con casi nada”.
     El punto de vista indígena sobre estos avances culinarios se oye menos que el de los chefs. La organización indígena en el Perú que ha realizado un mayor esfuerzo en el área de la alimentación ha sido Chirapaq, el Centro de Culturas Indígenas del Perú. Hace unos años hablé con varios activistas indígenas y cuando le pregunté a Nelson, uno de ellos, sobre la labor de Chirapaq en relación al derecho soberano sobre la comida y al boom gastronómico, Nelson sonrió, diciendo que le sorprendía mi pregunta, ya que el boom “va contra todo lo que hacemos”.

Una mirada crítica al boom de la cocina peruana. Internet:
<revista.drclas.harvard.edu> (con adaptaciones).
Según el texto 4A1-I, el chef Gastón Acurio
Alternativas
Q1689538 Espanhol
Texto 4A1-I


    La revista Gourmet describe a Lima como la “próxima parada” de la gastronomía sofisticada, mientras que Food & Wine promueve la cocina del Perú como de primera clase. Hoy turistas viajan a menudo a Lima para “saborear un poco del Perú” o, como una página web anuncia, para experimentar “un viaje culinario a la tierra de los Incas”. Por supuesto, estos aventureros culinarios demandan el paquete completo de seducción y belleza junto a la tradición y autenticidad peruana. En este sentido, la cocina novoandina es una versión exportable y refinada de lo que previamente se consideraba local y atrasado. En una entrevista con Gourmet, un amigo de la infancia del chef Gastón Acurio comenta: “Cuando era chico, si comías cuy eras un salvaje”.
     El desarrollo de platos tradicionales “alternativos” ha sido una estrategia fundamental para transformar la cocina desde lo “salvaje” hacia lo “sofisticado”. Puede que los turistas de alto nivel quieran probar el cuy, por ejemplo, pero preparado a la manera tradicional y servido con todo y ojos, dientes, uñas e incluso con un poco de pelo carbonizado, quizás no les apetezca a ciertos turistas europeos y norteamericanos. Por esta razón, Acurio y otros chefs crean recetas que mantienen los ingredientes exóticos y tradicionales, pero haciendo invisibles esos componentes. Servir raviolis rellenos de carne de cuy, por ejemplo, permite a los turistas probar este animal tradicional sin tener que verlo. De este modo, también se enfatiza la “hermosa fusión”.
     Animadamente, Acurio presenta al Perú como un ejemplo de nación en la que la cocina ha desempeñado un papel mágico, equilibrado y consensuado. Tal afirmación es, por supuesto, demasiado buena para ser verdad. De hecho, una de las grandes habilidades de Acurio es hacer desaparecer los antagonismos históricos y políticos.
     Acurio promueve lo que él llama “una ética culinaria que va más allá del mero placer”. Insiste en que el movimiento gastronómico debe ser guiado por principios éticos que tengan en cuenta de dónde procede la comida y quién es el principal beneficiado de su consumo. Utilizando productos locales, elogiando a los productores indígenas y entrenando a nuevos chefs de origen humilde, Acurio combina ética y estética en el mismo plato: “La gastronomía y el hambre no van de la mano. Es inmoral disfrutar de un buen plato… cuando eres consciente de que el pescador que atrapó a tu divinamente cocinado pescado vive en una cabaña miserable y debe sobrevivir con casi nada”.
     El punto de vista indígena sobre estos avances culinarios se oye menos que el de los chefs. La organización indígena en el Perú que ha realizado un mayor esfuerzo en el área de la alimentación ha sido Chirapaq, el Centro de Culturas Indígenas del Perú. Hace unos años hablé con varios activistas indígenas y cuando le pregunté a Nelson, uno de ellos, sobre la labor de Chirapaq en relación al derecho soberano sobre la comida y al boom gastronómico, Nelson sonrió, diciendo que le sorprendía mi pregunta, ya que el boom “va contra todo lo que hacemos”.

Una mirada crítica al boom de la cocina peruana. Internet:
<revista.drclas.harvard.edu> (con adaptaciones).
En el texto 4A1-I, en cuanto a su posición ante este boom gastronómico, la comunidad indígena
Alternativas
Respostas
1: D
2: B
3: D
4: C
5: E